Adiós al Sartrecillo Valiente: Muere Mario Vargas Llosa, el último gigante de las letras latinoamericanas
- Redacción Agenda by Financial
- 15 abr
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Por Agenda by Financial
Este domingo, los hijos de Mario Vargas Llosa anunciaron su fallecimiento a los 89 años. Con él se va no solo un Premio Nobel de Literatura, sino también una figura ineludible del siglo XX y XXI, el último de los "monstruos sagrados" de la literatura latinoamericana, cuya sombra intelectual se proyecta mucho más allá de sus libros.
Desde muy joven, Vargas Llosa supo que su vocación era escribir. Lo hizo con una disciplina que rayaba en lo monástico. Como si la literatura fuera una forma de fe —y quizás lo fue—, cultivó un legado que hoy está firmemente anclado en el canon universal. Desde La ciudad y los perros hasta Conversación en La Catedral o La fiesta del chivo, su obra retrató, con lucidez y crudeza, los laberintos del poder, la violencia, la libertad y sus traiciones.
Pero Vargas Llosa no fue un escritor que se escondiera detrás de sus ficciones. Como su primer modelo, Jean-Paul Sartre, entendía que el escritor debía comprometerse con su tiempo. De ahí su defensa de la democracia liberal, su crítica a los populismos de izquierda y derecha, y una vehemencia ideológica que lo convirtió en una figura profundamente admirada y, a la vez, intensamente discutida.
Sus posturas políticas, especialmente desde los años noventa, marcaron una segunda vida pública que lo distanció de antiguos aliados —algunos de los cuales lo acompañaron en los días del "Boom latinoamericano"— y lo acercaron a un nuevo círculo de influencia, más cercano a los salones de poder europeo que a los cafés de Miraflores.
Sin embargo, lo que permanece es su obra: vasta, influyente, a veces polémica, siempre vibrante. Como decía Borges, “el escritor escribe su mejor obra sin saberlo”. Quizás eso explique por qué Vargas Llosa, hasta sus últimos días, seguía escribiendo. No por la gloria, que ya tenía, sino por la convicción de que la literatura podía —y debía— iluminar los rincones más oscuros de la experiencia humana.
Hoy, el mundo despide a un autor, a un intelectual, a un personaje cuya vida es inseparable de la historia reciente de Iberoamérica. El último en pie de una generación irrepetible.